Escrito por la promotora inmobiliaria Rachel Clar
A principios de octubre, 550 miembros del movimiento empresarial basado en la misión se reunieron en Toronto para celebrar la conferencia anual de nuestra organización rectora. Estamos unidos en la creencia de que las empresas pueden utilizarse como fuerza para el bien social; parafraseando a Ghandi, debemos ser el cambio que queremos ver en el mundo.
El tema de este año fue la Inclusividad, ya que B-Lab anima a sus miembros de todo el mundo a asumir un llamamiento específico a la acción denominado El reto de la economía inclusiva. Este reto se define por el compromiso voluntario de trabajar para mejorar la puntuación en las métricas para implicar más profundamente a quienes puedan sentirse privados de derechos, tanto dentro de nuestra empresa como en la comunidad en general. El objetivo es un mundo en el que personas de todos los orígenes e identidades puedan vivir con dignidad y mantener a sus familias con una prosperidad que sea duradera y equitativa.
Como parte de un movimiento mundialFue muy alentador colaborar con líderes de lugares tan distantes como Nairobi y Japón. Recogimos ideas concretas sobre cómo hacer que nuestra empresa sea más integradora, desde el examen de nuestra contratación hasta la exploración de canales de contratación no tradicionales, la contratación a ciegas, la asociación con instituciones locales y una escucha más profunda de las comunidades afectadas. Y el intercambio de conocimientos se extendió también a áreas en las que podemos mejorar internamente, como la formación sobre prejuicios inconscientes y la asignación a un empleado de la tarea de liderar iniciativas específicas para asegurarnos de que somos lo más acogedores posible. Aunque sea una pequeña muestra, desde el retiro, nuestros letreros de los baños, que antes decían "Hombres" y "Mujeres", ahora dicen "Cualquiera". Es una pequeña muestra, pero es un paso en la dirección correcta.
Como nuestra empresa está creciendo tan deprisa, ayudando al oeste de Nueva York y Vermont a solarizarse, también buscamos ideas sobre cómo abordan otras empresas la tarea de supervisar nuestros esfuerzos de sostenibilidad. Algunas cuentan con una persona dedicada a esta tarea, a menudo dentro de Recursos Humanos (en GreenSpark, el Departamento de Personas). Otras tienen un comité de trabajo, a menudo compuesto por empleados cuyo trabajo diario normal no toca la mayoría de las políticas que fomenta la evaluación B-corp. Una empresa solar homóloga nuestra de Colorado tiene un "modelo de liderazgo distribuido", que adopta este esfuerzo y aprovecha la pasión de su personal. Estamos debatiendo internamente cómo lograrlo.
Por último, pero no por ello menos importante, debo decir que también nos divertimos. Aunque algunos de nosotros hemos estado muchas veces en la cercana Toronto (en relación con Rochester, Nueva York, donde nos encontramos), fue un gran placer estar allí con un grupo numeroso centrado en la sostenibilidad y ver los esfuerzos locales que se están llevando a cabo para ir más allá en la progresista ciudad de Toronto. Recorrimos una antigua fábrica abandonada que, gracias a una amplia colaboración público-privada, alberga ahora organizaciones que van desde el abastecimiento de alimentos locales y limpios hasta una nueva empresa centrada en la acuicultura en contenedores apilados. Un conservador nos enseñó algunos de los lugares más destacados del famoso Museo Real de Ontario de Toronto, mostrándonos el arte a través de un prisma de justicia social. Llenamos nuestra bolsa de recuerdos de origen sostenible para nuestros seres queridos y, por supuesto, para nosotros mismos. Puede que llegáramos allí con el corazón un poco endurecido, pero volvimos a casa abiertos, inspirados, renovados y con ganas de hacer de alguna manera de nuestra increíble empresa un ejemplo aún mejor de ser el cambio.
Crédito de la foto: Mike Gifford, 4 de octubre de 2017, https://flic.kr/p/Z8h1kR
