Carta de nuestro Director General sobre el Acuerdo de París sobre el clima

Me bastaron casi 15 minutos de mi primera clase de licenciatura para saber y comprender que el cambio climático es real. En ese momento, me embarqué en una carrera para ayudar a construir un futuro de energía limpia, una tarea que me ha mantenido ocupado durante los últimos 20 años y más allá. La decisión política de poner fin a la participación de Estados Unidos en el Acuerdo de París sobre el Clima es un asalto que golpea a una industria que ya ha sobrevivido a unos cuantos. Este último revés podría haber sido letal si hubiera golpeado en 1997, cuando me uní a una naciente industria de energía limpia de unas pocas docenas de personas idealistas que intentaban arañar y arañar sus caminos en la dirección general de la corriente principal. Y quizá habría sido más hiriente en 2007, cuando las incipientes industrias eólica y solar luchaban contra la flagrante oposición política y de la industria de los combustibles fósiles para reclamar una mera oportunidad de triunfar. Pero estamos en 2017, y la revolución de las energías limpias en este país da empleo a casi 400.000 estadounidenses -más gente que las industrias del carbón o el gas- y representa muchos miles de millones de dólares de negocio.

La industria de las energías limpias se enorgullece hoy de estar ante una oportunidad energética de un billón de dólares como solución basada en el mercado para descarbonizar profundamente nuestros sectores de la electricidad y el transporte. En la mayor parte de nuestro país, la energía renovable es más barata que la electricidad que se puede comprar a una compañía eléctrica. Claro que sí, aprovecharemos esa oportunidad y no vamos a dejar que los últimos obstáculos políticos frenen nuestro progreso.

El carbón y el petróleo impulsaron el siglo XX y las tecnologías de energías limpias impulsarán nuestra economía en las generaciones venideras. Debemos trabajar y luchar cada día para impulsar esa transición con un vigor y una alegría implacables. Este último fracaso de nuestros políticos a la hora de representar los mejores intereses de nuestro planeta y sus gentes vuelve a poner la solución en nuestras manos. GreenSpark proporciona electricidad limpia, generada localmente, más barata que cualquier compañía eléctrica o ESE. GreenSpark proporciona puestos de trabajo de calidad y un desarrollo económico local que construye comunidades vibrantes. Nuestros clientes convierten el dinero que gastan en comprar electricidad en inversiones financieras inteligentes para mejorar el medio ambiente y sus comunidades. El genio ha salido de la botella y no va a volver a entrar.

La economía de Rochester está resurgiendo a medida que los empresarios abren nuevos negocios e impulsan la innovación: todos estamos creando una nueva identidad para nuestra ciudad. Se puede ver el crecimiento en toda nuestra región: nuevas bodegas y fábricas de cerveza, nuevos restaurantes, gente que lucha por reconstruir el centro, nuevas empresas y tecnologías. Rochester es una ciudad que se fundó sobre la base de la energía limpia producida localmente, a medida que una metrópolis en auge crecía alrededor de las cataratas que suministraban la energía necesaria para impulsar el crecimiento. La energía limpia producida localmente mantiene ahora esa misma promesa: apoyar el crecimiento de una economía local nueva, limpia e innovadora. Los propietarios de viviendas, las empresas y nuestras universidades de categoría mundial se están dando cuenta de que sus oportunidades de crecimiento pueden alimentarse con energía solar rentable generada localmente. La retirada del Acuerdo Climático de París pone el poder en nuestras manos: el poder de ahorrar dinero y hacer nuestra parte para reducir los impactos del cambio climático, de emplear y apoyar a nuestros vecinos, de invertir en nuestras comunidades. Enfrentados a la elección, confío en que elegiremos estar en el lado correcto de la historia.

GreenSpark cree que todo el mundo tiene derecho a un medio ambiente sano y a un futuro mejor, y la energía renovable es el punto de partida. La energía del sol puede impulsar nuestras vidas y construir comunidades vibrantes. Nuestra misión es derribar las barreras a la energía limpia y utilizar nuestro negocio como una fuerza para el bien.

No cejaremos en nuestra misión de llevar a cabo la revolución de la energía limpia y dejar nuestro planeta mejor para nuestros hijos y nietos.

Kevin Schulte
CEO, GreenSpark